El frío y los ojos

Las bajas temperaturas afectan nuestros ojos, el viento y el frío resecan la membrana mucosa que cubre la córnea y el globo ocular; las glándulas lacrimales se ven afectadas disminuyendo su capacidad de producir lagrimas provocando el síndrome de ojo seco.

Cuidados de los ojos

Siempre las gafas solares protegen nuestros ojos, en este caso del frío y del viento además de evitar que entren cuerpos extraños, recuerda utilizar gafas solares son protección UV y si son polarizados mucho mejor.

Si usas calefacción procura que la temperatura no sea demasiado alta y de preferencia haz que el ambiente sea húmedo, de esta manera evitarás que se resequen.

Sequedad en los ojos

Como siempre lo hemos dicho, es importante parpadear para mantener los ojos lubricados, en algún caso es necesario el uso de lágrimas artificiales. La capa lagrimal es la encargada de proteger la córnea y lubricar los parpados, la superficie de los ojos es una de las zonas más sensibles del cuerpo, está compuesta por fibras nerviosas que responden rápidamente a las variaciones de temperatura y, en especial, al frío.

El descenso de la temperatura sirve de estímulo a la producción lagrimal. Esto explica por qué ante las bajas temperaturas, nuestros ojos tienen tendencia a lagrimear. Si estamos expuestos durante un largo periodo al frío, nuestra piel puede sufrir deshidratación, lo mismo sucede con los ojos, la diferencia es que éstos producen más lagrimas, lo que provoca que lloremos. En algunos casos no se produce la cantidad necesaria de lágrimas dándonos la sensación de ojo seco.

Si practicas deportes de nieve es importante usar gafas protectoras con UV y polarizados, la luz del sol se refleja en la nieve mucho más que si el reflejo fuera en la arena y agua, proteger tus ojos es importante para evitar una queratitis (inflamación de la córnea).

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